10 de marzo de 2009

Rugió el León: Papelitos es la campeona 2009.

El 2009 ha sido un año de carnaval que colabora a malacostumbrar a los amantes de esta fiesta. Junto con el año pasado, en que Ara Yevi practicamente acarició el primer lugar, el carnaval de Gualeguaychu en sus definiciones no deja de dar sorpresas y de traernos momentos con altas dosis de ansiedad y tensión. Temporada reñida si las ha habido, la que se nos fue desde el arranque perfilaba tener mucho de ruleta rusa, el nivel alcanzado por todas las comparsas hacía de cada noche una lucha cuerpo a cuerpo. Sumado a esto, fué la segunda temporada carnestolenda mas larga de la década, lo que agregó espectativas y permitió que varios actores redoblaran sus apuestas constantemente.

La noche de definiciones ha sido igualmente intensa. Hasta bien entrada la jornada, cualquiera de las comparsas contaba con iguales chances de consagrarse. El arranque se dio sin muchas sorpresas hasta que llegara el primer golpe de efecto en el histórico triple empate de pasistas. Sin embargo, las verdaderas sorpresas estaban por venir. Para aquellos acostumbrados a ganar, no fue una noche fácil. Para los otros que abrigaban esperanzas de romper una vieja mala racha, mucho menos. Las arengas mas encendidas furon y vinieron entre las tribunas de cada club a lo largo de todas las noches. Al final, las cartas que se dan vuelta pueden ser las mas dificiles de aceptar. La noche iría dando señales que nunca es bueno cantar victoria anticipadamente, y para cuando finalizó el escrutinio, fue momento de aprender valiosas lecciones en materia de sana competencia.

No es en ningun caso que los resultados que finalmente se dieron a la luz no hayan podido ser vaticinados en ningun aspecto. Nada mas lejos de la verdad. Aun en su tibio comienzo, Papelitos, por su temática, se anunciaba como una contendiente de envergadura. Kamarr, por su parte, siempre se perfiló firme hacia la cumbre, aunque el segundo puesto dejó trunca sus aspiraciones a recojer el título que les es tan esquivo desde 1985. Pero lamentablemente, se trata tan solo de una consecuencia lógica de la competencia, donde algunos ganas y a otros le toca perder. La inexplicable sorpresa, en todo caso, la dio Mari Mari. Habiendo recolectado premios en todas as categorías accesorias, no le alcanzó para ser la mejor comparsa. No es frecuente ver a la supercampeona quedar tercera, aunque los resultados post decarte la dejaran mejor parada que el año último (202 contra 188).

Pero lo importante del caso debe ser el análisis de los resultados; aquello que permite vislumbrar el camino por el que circula este maravilloso espectáculo. La competencia ha sido la mas dura de la historia reciente. La calidad general fué sin dudas, sublime, lo cual queda de manifiesto en los altísimos puntajes generales de cada comparsa, márgenes aparte. En todo caso, el cambio de figuras en el esquema de rotación de comparsas favorece al conjutno de las comparsas, incluída Mari Mari, al permitir un cambio no solo en el flujo de capitales sino en la administración de los tiempos creativos.

Primeramente, Joaquin Arias está lejos de haber hecho un debut tibio como director. Aun con notorias carencias en las primeras noches, fué su talento lo que sobresalió por sobre todo. Su trabajo destacó en todo momento por la ruptura de los cánones implicitos en materia de diseño, desde espaldares hasta la combinación de materiales en la ejecución de su visión. Gualeguaychú puede enorgullecerse de sumar un talento tan prometedor al espectáculo, obligando al mismo tiempo a dedicar mas esfuerzos y destinar mas recursos a los desfiles de carrozas, por ejemplo. No debería pasarse por alto que desde Osvaldo Rey ya pueden contarse casi media docena de directores con orígenes en las esferas carroceras.




Aunque quedó tercera en materia de carrozas, categoría en la que por currículum del director podía esperarse los mejores resultados, fué en música donde dió el batacazo. En esta categoría Papelitos se situó a la cabeza, junto con coreografía, otro punto de inflección en que se separó de todos los precedentes en la materia, desplazando a Kamarr, la mas firme candidata a consagrarse en dicho rubro. La combinación de estos tres aspectos constituyen la médula de una comparsa, y fueron campos en los que desde la dirección, Joaquin apuntaló con innovacion. Papelitos fue la materialización fiel de lo que anunciaba; el "Corso a contramano" se llevó por delante a todo el carnaval. Sin ningún punto en común con las comparsas rivales, el mérito de Arias estiba sin dudas en el espíritu renovador. El trabajo realizado en Papelitos este año permite aseverar que si bien recurrir a lo foráneo en busca de inspiracion sigue siendo un recurso válido, la creatividad intrínseca de nuestros creadores presenta aun mas posibilidades para la superación. La apuesta realizada resultó ganadora por la combinacion de factores. Aunque para muchos la estética elegida pudiera resultar apagada, la esencia última era brillante. Joaquin Arias, como muchos de los personajes que hizo desfilar estos ultimos meses por el corsódromo, amasó oro desde el barro.

No debemos olvidar que los jurados estan integrados por representantes expertos en sus respectivas áreas de interés y juzgaron en base a cánones estéticos y académicos, no solo en función a lo que los carnavalaes suelen ser. De alli su imparcialidad, que se centra en el mérito del resultado final y no su adecuación a los parámetros tácitamente preestablecidos de lo que una comparsa es o debe ser. Papelitos recibe merecidamente el triunfo en función del gran homenaje que prestó, de alguna manera, al espíritu de la comparsa del Juventud Unida. Su temática irreverente remitió en todo momento a la herencia social que le dio vida, por un lado, y a su legado carnestolendo, por otro. La irrupcion de la arpillera como emula del terciopelo, no dejo de ser un guiño al legado de los trajes de papel. El espíritu de los antiguos carnavales revivió finalmente.

La consagración de Papelitos como la mejor comparsa del 2009 sigue la línea que señalara la elección de la Reina del Carnaval, donde "diferenciarse" fue la clave. Desde un principio, llamó la atención de medios nacionales e internacionales por lo osado de sus caricaturas y otras ironías políticas- La comparsa del Juventud Unida logró amalgamar la tradición con la innovación, lo grotesco con lo sublime, la exhuberancia con la austeridad. Fué sin dudas, la comparsa de la originalidad en su mas pura expresión. Como en sus comienzos de papel crepé, la Gran Decana amalgamó pasado y presente y volvió a dar cátedra....

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